jueves, febrero 10, 2005

Tratemos de salvarla

Querida Ana... hemos tratado de avanzar desde la infancia, conociendo el mundo, conociendo a la gente y sus costumbres; cuanto hemos aprendido de nada... como quieres destruir un mundo de tanta nostalgia, con la constante tic tac-sina de los tiempos nuevos; hemos ido dejando a un lado los problemas mundiales de la desnutricion como algo duradero, los cuales siempre existirán, aunque nosotros no pensemos en los pedazos de pan que rebosan en la mesa; dejamos que la indiferencia se apoderase un poco de nuestro deseo por los hijos que recubren las preguntas universales de los giros cuanticos del destino, solo por pensar en que no vivimos en un mundo perfectible para su desarrollo y desenvolvimiento, solo creimos no traerlos a sufrir a este tan injusto y contaminado planeta; pobre ruido social que se hace de la desesperanza, del desengaño que conlleva al chisme y a la traición;¿porque hemos dejado que nos gane esta soledad de nuestros cuerpos y aventarnos al rumbo de la aventura? has querido todo tan perfectible y sencible, que no he dejado de pensar si algun dia me dejarás de querer por ser tan humano e imperfecto, cuando me convierta triunfal a la revolucion o sea corruptible igual que los demas semejantes que me acompañan al banquete complejo del sistema.
Simplemente he tratado de ser yo mismo y gustar de mi, como yo soy. Sin mascaras y enrededaderas complejas y subersivas que se encuentren en mi la critica y el sosiego de tanto cuento, sin tapujos. solo soy yo, mi querida Ana, como siempre te he querido, tan fragil como duro, tan violento como manso en el sentido, no te pierdo, solo escribo cosas que te quiero decir y no te digo...