I
Cuanto más espero, más se acrecenta este puro deseo de ti.Resbalando mis manos por las piernas, acabo rosando mi sueño,
acabo deseando tocarte y empiezo rodeando tu carne, lo espeso
sencible de tu mas sentido, desgajo, avieso y perdido sentimiento.
Aquí estoy para ti. Sintiendo en mi tu triste acometido, acomodando
tu suave y desmedido silencio, entre las cortinas dudosas de tu olvido.
Mi Ana, te deseo tantas veces, amándome entre los gritos de la gente,
con tu boca deshojada de palabras, incierta, con tu mirada llena de camino,
con tu piel cubierta de la certidumbre de mis ganas, amor, etereo, diferente.
Te dejo, aquí, sin mi, con duda; sin el cielo muchas veces prometido...
a que me esperes como siempre, como lo haz hecho para mi, sin mi. Lo siento.
Te siento miles de veces como yo deseo sentirme en ti. Esta espera de silencio.
Te amo, te espero. No te espero. Te pierdo. Me pierdes, me voy, te vas, nos vamos.
Todo esto relativo avanza, como este pequeño amor con que deseo no encontrarte
llena de deseo...
