martes, abril 24, 2007

un cuento de carta...

Querida:
Estoy muy bien; acabo de conocer un lugar que raya en lo maravilloso, es tan sencillo y pintoresco, lleno de magia... la verdad me identifico con el borde natural que lo recubre, hasta podria decir que es adecuado para meditar, sin dejar de utilizarlo para nadar, asar carnes, y hasta un lugar tranquilo para tirarnos a un lado del camino y ver pasar el agua del arroyo, abrazados bañando el tiempo y demas... algunas personas las cuales me conocen dicen que me ha sentado bien el clima ultimamente, que se me ve mas alegre y tal vez tenga un amor por ahi trayendo mas fracciones de felicidad a mi agitada vida... pero no, en verdad solo vivo con la esperanza de verte iluminar de nuevo a la misma hora en la que llegaste a la estación, a toda la gente con tu pequeña sonrisa y el mismo abrazo estelar con el cual solías volverme loco y no necesitar nada mas en el mundo... Ha hecho mucho calor, desde que la luna salio a iluminar la noche, se han dejado escuchar los grillos y su serenata efimera y distante, en armoniosa fidelidad, han desencadenado la mas feliz sonata, con cuerdas de ratán, y bongoes de latón, suaves lirios enrollados silban lentos la desatinada participacion del clarin filarmonico, y los cocuyos cantan corales luminiscentes vestidos armoniosos con corbata, satin y un frag en el cual la ranita tejió con ternura el signo de sol...
Parece que me va a comer la lengua el raton, ultimamente he tenido en mis labios un dulce sabor a ti, un fragante recuerdo de tu piel en mi nariz, que tal vez llega con la mejorana frescura de la noche, y me da miedo dormir solo, puedo ir necesitando al ada de los dientes para que se lleve todos los que tengo aqui para ella y me los cambie por un minuto en tu compañía...
Quiero comprar muchos dulces, confeti, pastel y hacer una fiesta, para rodearte de feliz deseo de sonreir, miles de cuentos tengo para ti, para mi, para él, para nosotros...