Estas tardes frías de enero, cuando tus brazos fijan la ternura en mi y me sientes y me miras, te tomo unida a mi, como si fuera un cuento; solo el triste viento sopla cuando termino en resolanas buscando tu reflejo, y me se de ti... y te se en mi, busquedas de huellas palpitantes sobre una marea de lava, resequedades descascaradas e influencias turbias de un río de sellos. Me vuelvo a las hojas donde fresca tu mirada envuelve a los cocuyos e iluminas tu corazón con su destino, infecto el desgarrado simple queda adormecido en la corola de tu rostro...
miércoles, enero 10, 2007
martes, enero 09, 2007
la felicidad y el dinero.
¿Acaso el dinero puede comprar la felicidad? Se dice a veces que los científicos no han hallado ninguna relación entre el dinero y la felicidad, pero eso es un mito, según el psicólogo Ed Diener, de
Una relación muy compleja
Aclara que la reacción es compleja. Pero por cierto, la gente adinerada tiene un índice de satisfacción con su vida sustancialmente mayor que la gente pobre, aun dentro de las naciones acaudaladas, dice.
"Hay evidencias abrumadoras de que el dinero compra la felicidad", dijo el economista Andrew Oswald, de
Oswald publicó hace poco un estudio sobre británicos que habían ganado entre $2 mil y $250 mil dólares en una lotería.
Como grupo, revelaron un aumento en la felicidad que promedió un poco más de un punto en una escala de 36 puntos al ser consultados dos años después de su ganancia, en comparación con los niveles de dos años antes de ganar.
Daniel Kahneman, ganador de un Premio Nóbel y economista en
Indicaron que, en un estudio, la gente con ingresos familiares de $90 mil dólares anuales o más sólo tenían una ligera probabilidad mayor de considerarse "muy felices" en general que quienes ganaban entre $50 mil y $89,999.
Las tasas fueron de 43 por ciento en comparación con 42 por ciento respectivamente.
Los miembros del grupo de ingresos elevados tenían el doble de probabilidad de considerarse "muy felices" que la gente con ingresos familiares inferiores a $20 mil dólares.
Pero otros estudios, en vez de solicitar un cálculo sobre el nivel de felicidad, observan a la gente durante el día y registran sus sentimientos.
Estos estudios revelan un efecto menor de los ingresos sobre la felicidad, dijeron Kahneman y colegas.
La relación entre ambos factores tiene otro matiz. Aunque la gente que gana $150 mil dólares anuales es considerablemente más feliz que la que gana $40 mil, no está claro por qué, observa el sicólogo Richard Lucas de
¿Acaso el dinero compra la felicidad? ¿O quizás ser más feliz es lo que permite a alguien ganar más dinero debido a una mayor creatividad o energía? ¿O hay algún otro factor que produce tanto dinero como felicidad?
Hay evidencias como para fundamentar las tres interpretaciones, dice Lucas.
En todo caso, los investigadores dicen que cualquier efecto del dinero sobre la felicidad es inferior a lo que la mayoría de la gente supone.
"La gente exagera acerca de cuánta felicidad se puede comprar con unos pocos miles de dólares más", dijo Oswald.
"La calidad de las relaciones tiene un efecto mucho mayor que grandes aumentos salariales. Es un consejo mucho mejor, si uno busca felicidad en la vida, tratar de hallar el marido o la esposa adecuados en vez de tratar de duplicar el salario", comenta el experto.
De esta forma, sin escarbar, sin deatribas y pormenores debemos escatimar hasta el ùltimo de nuestros esfuerzos en, cada día mejorar nuestra calidad de vida y vivir mejor con nosotros mismos; en consecuencia luego entonces, provocaremos una reaccion en cadena para nuestros colegas, compañeros, hermanos y gente corriente que cada vez mas necesita de un buen trato y de una sonrisa...
Para nosotros y para los que vienen.
Amada mía...
Amada Mía
(Autor: José Nogueras)
(Canta: Cheo Feliciano)
Amada mía...
grata sorpresa la que me has dado
yo necesitaba un amor
y me has enamorado.
Amada mía...
eres mucho mas de lo esperado
dulce mujer que había soñado
yo soy todo de tí.
Ha surgido el silencio
orientada hacia el cielo
con tus ojos de estrellas
y tu voz de consuelo.
Eres más de una vida
por dejar de ser tuya
y entregarte al amor.
Amada mía...
mis lares claman tu presencia
riega tu lluvia de inocencia
por mi corazón.
Amada mía...
reina de luz y la esperanza
tienes el don de dar la calma
es que eres el amor.
Ha surgido el silencio
oreintada hacia el cielo
con tus ojos de estrellas
y esa voz de conzuelo.
Eres mas de una vida
por dejar de ser tuya
y entrgarte al amor.
Amada mía...
grata sorpresa la que me has dado
es que yo necesitaba un amor
y estoy enamorado.
Amada mía (dulce amor)
Amada mía (dulce amor).
Casi nunca se ve llegar, y en ese preciso momento, no esperado, cuando mas desesperado se encuentra el corazón por no querer intentar más allá la entrega, donde el miedo al inevitable dolor desvanece las oportunidades de cambiar y ser mejor, dando vuelcos y confundiendo... pese a todo, llega el rescoldo casi efímero de la esperanza y se vuelve a intentar, se vuelve a dar uno como de principio, sin medida, con todo, esperando encontrar lo que ahora se busca... compartir...
Gracias Sandy...