Te busqué como siempre desde distintas formas, no limité tu paso, aun sabiendo que te seguía, jugaste con tus pasos, el tiempo, y te dejaste sorprender, como siempre, y me regalaste tu sonrisa, tus brazos y tu vida se volvió a mi; nunca dejé de dormir al lado de la almohada creyendo en fantasías, de ti, solo de ti.
Tuve de nuevo tus manos, tu rostro en el mío, acaricié tu pelo y juraste no dejarme nunca, y vino el 6 de abril, robándose los sueños que se sacudian del vientre de la realidad... y el presagio volvió, y no soportó la vigilia acomodar en los muslos fantasías, sacudiste por fin, lo que debió ser y volví a la tierra, desgajado, impuro, noble y sin destino; polvo se arrastró entre mi cuerpo y falleció mi esencia, y me volvi todo... abandoné tu todo. no cumplí mi promesa, y dejé borrar la estela fina de tus blandos pasos en la arena, y te fallé, y no fui más tuyo y el silencio abordó mis letras, se comió la esperanza tu regreso, desesperé decisiones, apresuré caminos y me quede tan solo... y hermosa te vi a través de tanta niebla...
Me quedé tan triste en esa banqueta, con mis pantalones cortos, mis rodillas raspadas y esta gran tristesa que arropaba todas las dudas... niebla densa, niebla lejana que me acorta las ganas de tocarte y más te aleja, y como siempre resultó, te siento cada vez mas lejos...
(¡ya estoy hasta la madre!)