Llegaste con la lluvia. Sueles hacer este tipo de apariciones de vez en cuando, este es el encanto del que te hablo, apareces cual tormenta, viento fuerte y lluvia, adornas mi corazón, me hieres, me disfrutas, matas mi inocente sentimiento de quererte sin tiempo, me detengo a las fieras contingencias de la jauria, a esas preguntas que no hiciste, y me quiere cercenar la angustia de saber cuanto te quedarás... me ahoga el sentido de tu ausencia. Cuando partió tu presencia, rompe a llover una lagrima de ese cuerpo universal, nos recubre con su manto. Es tan secuencial el trato del olvido, cuan corto suele ser su encuentro...
Ahi extraño a Coatepec, asi te amo con todo espacio y tiempo, ¿porqué no te voy a buscar? porque no quieres verme, porque no quieres estar conmigo como pareja, porque no me amas... ¿cual es el encanto, sino tener mas esperanza de lo que alguna vez se puede apreciar mas con el tiempo? como el vino, deja guarda, resabio, se fresna y destila su amor en fino cuerpo... encanto.
Ya no me importa luchar con mas dragones, sin vivencia no se tiene nada, no se extraña, no se olvida, no se perdona, no se actúa, no se es, no se piensa, no se siente y por lo tanto no se vive... y la vida es la expresión más pura del amor...
Es por eso que agradezco aun, tu efimera presencia, tu lluvia, tu momento, este amor que tu no sientes, este es el encanto... tu lluvia de vida, de esperanza...
