lunes, diciembre 03, 2007

El canto de los grillos.

-para Paco.- "ellas volverán cuando la tarde..."
Tu foto se perdió entre mis papeles más queridos. Sé que ahí está. No puedo buscarla. sería la antítesis del viento fuerte y el dolor de la soledad que se respira ahora. como la niña mala, no dejo que hagas tu berrinche, solo comprendo ésta lejanía como aquel canto cuando sonoro disipa mi lento y elegante acomodo al saber que ya no estás, los grillos ahora burlan mi estadío de ameba triste; gargarean la mágica sinfónica sintonía del campo, embelezante, acordada a medias, como rocas salientes de un arroyo efímero. Torneando esos jazzísticos encuentros, no le llamaría soledad, y mejor: fiesta taciturna, donde obligado e incitado, me atormentan a sentirme tan feliz ahora que quiero estar triste.
No se hacia donde voy, te recuerdo tan bonita con ese adorno en tu pelo, con esa magnificiente sonrisa coloreando todo, acomodando en armonía, las energías y el movimiento del mundo en derredor... junto a ti los campos eran verdes como ahora, sin cambio, te recuerdo acomodando tu espejo pequeño en ese verdor sin utilidad primera y contrastante. Como si el color fuera consecuencia de reflejo, lo pinté en mi, desde lo oscuro, embadurne mis miembros, los grillos aplaudieron. "¡Estoy solo!" - dije - y cantaron; y olvidé estarlo. No me sentí como siempre sin tu mano en compañía, besé con cuidado tus vivencias, y las hice mías. imaginé viendote niña a las cuatro de la tarde, en la Hidalgo, aprendiendo a andar en bicicleta, y disfrute mirarte cuando acaso pensabas en mí...
Siento extrañar esta noche, miles de cosas que jamás sucedieron, o sucedieron en otras dimensiones, lamento no sentir cansancio de tristesa, triste cansancio de la espera como el canto oportuno de los grillos.