viernes, enero 25, 2008
Rossana
El encuentro... (final No.1)
cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia...
I
-¡hola! ayer te estuve esperando... ¿todo bien?
-¡hola! mil disculpas porque no pude llegar.
-bueno... a veces no se puede, ¿ahora estás muy ocupado?
-nopo.
-pues entonces por qué no platicamos un ratito, y me cuentas lo que ayer ibas a decirme
-...mmm... antes de cualquier cosa me gustaria saber ¿qué sientes por mi? ...
-te quiero mucho Pablo y tengo un muy hermoso recuerdo de nosotros
-¿y ves algo a futuro con respecto a nosotros, y me refiero a como pareja?
-Sí amor mío... siempre he vivido con la dicha de tu amor y eso me mantiene viva...
sí... no quiero que estemos más tiempo separados, no dejemos que esto hermoso se vaya al olvido...
-gracias por tu sinceridad... no sabes cuan feliz me haces, cuan completo...
-aunque quizá no creas lo que voy a decirte ahora, de verdad lo siento mucho, y por mucho tiempo estuve muy triste ¿tú piensas que tenemos un futuro juntos?
-pues fijate que si lo veo...
-bien...
-pero déjame decirte que me dolió mucho, cuando decidiste que no nos veríamos más...
-a mí también Pablo, y me dolió muchísimo cuando me di cuenta de que no era justo estar separados...
-te amo...
-esa es la verdad Valentina, es lo que he hecho durante todo este tiempo... adorarte sin medida, soñar con nuestro encuentro, abrazarte con ternura y tocar tu pelo, sentir tus mejillas frías en mi boca, tu abrazo cálido refugiando mis preguntas, tu pecho suave, mi sediento destino... y tu tan lejos, sentía la tristesa como una compañera de turno diurno... temo dejarme caer, y perder todo esto que es en ti cuando nos encontramos y no pasa nada... cuando toco tus labios y me dices sin palabras cuanto me has extrañado, cuanto me necesitas, cuan feliz eres en este dulce encuentro. que no serás capaz de dejarme otra vez...
-sí, te entiendo, gracias amor mío y no solo siento lo que dices, además la pasión y el deseo fluyen en mi piel invocando tus manos, el tacto recorrido, la candente senda de tus labios en mi espalda... yo me sentí así
-si no te busqué es porque sabía de antemano que te daría espacio, y me dirías el tiempo justo para preparar tus cosas e ir por ti...
-¡ay Pablo!... yo siento que tenía que decirte cuanto te amaba, yo debía abrazarte y venir a empezar contigo esta nueva vida... contigo mi amor. lo bueno es que no pasó mucho tiempo para esto y ahora será real tu vida junto a mi, para compartir alegrías y logros, sin sufrimiento, disfrutando la felicidad de nuestra unión... juntos todo el tiempo... por fin juntos.