domingo, octubre 28, 2007

Solo un rato.

-para mi Ross-
Las veces donde las sonrisas más rápidas e inconcientes serán reflejadas por el sol amigo de las seis de la tarde, y las manos unidas rompan la enemistad y el lugar más cándido y armónico, arderá dentro de nuestro encuentro la bendición. Sin tristesa sería extendido por más de sus florales bienvenidas el amor, por vez primera, haría de esta sencilla copla que tengo en mis labios para ti una milenaria canción... un grito libertador, una guerrilla, una montaña y el mar
ahí van mis contrastes
tu cuerpo tendido en los llantos que guardo de felicidad,
mi ropa desnuda en mi, mi piel sin segundo, mis ojos
lágrimas y más lágrimas,
mi madre a lo lejos se despide de lo que fui.
dejo de existir.
soy.
¿volvemos a empezar?
cuanto nos detiene la misma palabra, la oscura serpentina de aquellas profundas densidades del cosmos donde estás... aquel jardín donde siempre te sabía y no te encontré en ninguna parte.
aqui estás junto de mi, con todo este ruido. Con mis manos vacías de extrañeza. Con mis labios secos de tus versos, de mis piernas duras de esperar sin camino, sin destino y sin el mapa viejo que llevas tatuado en tu vientre.
Aqui estoy como siempre.
Allá estas como siempre.
lejos... [ más allá... ]