martes, noviembre 15, 2005

APOSTILLA

Esto creado algun dia será extinto, como el ciclo que termina por recorrer al fin el llanto; cuando a tus manos regreso vencido, mis labios acomodan en tus labios y tu abrazo parece aun verdadero; es y me siento como cualquier dia de los felices, no creas que todo lo deseo, a veces sucede con la misma intensidad con la que sueño perderme en mi , en lo que creo.
Todo se acabará de un tajo y sin dobleces... no va a existir un "tiempo" para darse, sería una burla al sentido comun de los que creen en la verdad, en el honesto sentido de lo mas fatal, en lo bellamente tierno y en la magia que desprende la buena puntada de la pluma del poeta... y acabará, por fin.
Aun no estamos listos, lo sé y no me espanta, más, siento que replican todas estas letras que no debo juzgar por ser igual de inciertas, este fino momento en que deslindo y redimo no sean para ti. Porque nunca desee tanto mi libertad como tu cuerpo, nunca intenté volar con tu alma mas que con el sentido verdadero de mi conciencia, no intenté profanar la inocencia de tu sombra como tanto urgué en la espesa oscuridad de mi adorada nostalgia; nunca desearé mas que tu presencia, la lozana instancia del cuerpo de mi amor al eterno, al simple compuesto del que solo somos acaso un punto infinitamente pequeñoque a penas conformamos... Ya comprendi como te quiero, como te deseo y como te necesito... que bueno que elegiste tu camino ... yo tambien por fin el mio.
fin del año 2001.
-Cualquier coincidencia con hechos reales, situaciones adaptadas, creadas al paralelo de estas palabras: es mera coincidencia.-

1 comentario:

Anónimo dijo...

Antes de que no sea cierto
Dime si en tus libros se quedaron extraviadas mis palabras
o si encuentras mi silueta en tu terraza
dime si te topas en tu cama con mi espalda.
Dime si mi olor no reside entre tus dedos,
si aparece mi cuerpo en tu mirada
o mi noche se agazapa entre tus sábanas.
Dime si en tu silencio has escuchado los gemidos
que salieron de mis labios,
si tropiezas con mi nombre en tu almohada
o si enuentras mi sonrisa en tu recámara.
Solo dime si los hallas
y es que no sé donde habrán quedado
risa, piel, noche y labios
porque desde que salí de ahi,
desde que me fui de tu casa
yo ya no encuentro nada.