martes, agosto 21, 2007

de regreso Ana...

Cuanto te amo Ana, nunca me abandonas ni con esta magia que descubro cada día con la locura de perderte a cada rato, con la desafanada tristesa de encontrarme caminando por la calle, a las cuatro de la tarde, cuando mas me pega el calor en los muslos, cuando desato los demonios a que pasten en mi mente llena de ideas sazonas...

ya han sido miles de veces que dejaste mi cuerpo deseoso de tu carne, deseoso del perdon que tu le das a mi piel con tus besos. Cuanto te extrañe... todas las horas... todo estos momentos donde no te tengo ni me tienes y soy de todas esas mujeres, que te odian poco a poco, con envidia y te nombran en vano, y no te saben como yo, te huelen y difieren de todo los humores de este tiempo de coral; cuando me rompieron el corazón apareciste, y en mis brazos desataste tu paciente mirada de ternura y me embrujaste de nuevo con tus labios en mis mas lejanas heridas, las mas profundas y aprendi de ti.

En pedazos te llamo ahora que me junto poco a poco, despues de la caída, cuanto te cubro con mis voces mas extrañas, Ana, cuanta falta te hago, sin tenerme se que te hago falta, sin tenerte te ruego desde siglos atras que me impidas perderme de ti, irme sin ti, tu eres la punta de mi estrella mas eterea y mas eterna, mas perversa y mas divina...

Pierdeme contigo, y no dejes que los tiempos te olviden, sabiendo que no eres de nadie mas que mía.

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