martes, marzo 25, 2008

Aparición.

Creo en la suerte, desde el primer momento aquel cuando toque la puerta y detrás de los misterios, te hallé.

Pensé en los grillos cuando cantaban tarde, cuando aletargados inflaman sus conductos y llaman a la soledad nocturna;

pensé en tantas dudas, cuando mi corazón miraba largarse los barcos del puerto, y mi sangre se inflamaba de extraña melancolía;

pensé en quedarme soñando el regreso, las letras, el cafe sediento de historias, las manos de los novios en el viejo parque...

la mirada triste de tiempo en la espera... calidas gotas a medias de la seca, viento sur pegando en su violento recorrido...

me expreso en la vieja pared. Ahi los latidos de esa interminable danza-tiempo me obligaron a dormir sediento,

de tus formas oscuras, de los lejanos fuertes, de soledades inflamables, sediento de la capa misteriosa de la magia...

Ahi deje mi voz, suplicante ante el doncel que atraviesa mi garganta y te amé.

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