sábado, junio 02, 2007

la irremediable desesperación...

Ya no quiero esperar, me choca esperar, siempre he esperado, me desespera ser paciente, siempre me tengo que resignar a esta espera, estoy hasta la madre de esperar... no quiero esperar más. Hace un rato tuve que esperarte, y no quise dejar que me esperaras, quise mejor salir y dejarte esperar a que me esperaras, sin dejarte esperando porque sabrías de antemano que estaría afuera esperandote, siendo que no estoy esperandote a que esperes que creas que espero sino todo lo contrario.
Ya no quiero desesperar. Espero con ternura a la desvanecida esperanza, el despecho o enojo, me acusa lágrimas, me enjareta cosido a la noble desfachatez del canto del cisne, me enarbola el ánimo, me sabes desde lejos a simple y perdida, me ocultas y me ciñes, me atormentas...
Ya no quiero dejarte ser en mi desesperanza la enigmática cubilla de dolor, la sincera troque floral de mis corazones, hibridos de abrazos, sentidos frígidos anhelos, rebosante amatista... cuando en el campo te entrego a mis manos desnuda, mi lengua furtiva acaba recorriendo el lienzo de tus nortes vientos, la huracanada de mi cielo, el címbalo funesto que anuncia mi arieta, despellejándome los huesos, mostrándote en la sangre mi singular soneto.
Ya no soy el mismo. He dejado de colorearme los sentidos, he deseado cobrarme los minutos distendido en tu piel como un niño, cobijando lo que queda de mi con tu delirio...

No hay comentarios.: