martes, mayo 20, 2008

Ana

Siempre, Deseo, alma y corazón, alas
y llanto contenido de la ausencia...
pasa tus manos por mis letras, fragante señora,
duerme mi rictus con el desdén de tu partida,
con los velos mágicos de tu encanto baña mi presencia
y entrégame a la noche; nace en mi tu amor,
nace en mi tu canto...
nace...
se de mi como siempre ...
lejos...
siempre para mi.
Desde la Luna como anoche dibujada
en este manto prodigiosos de cirrocumulos,
a un lado de la descomunal tormenta,
haciendo vida, deseando frente,
obturando la luz de esta avanzada,
escucho tu canto de lejos,
abrazo lo que fuimos
me empapa lo que somos
me mata lo que alguna vez
seremos.
Polvo, Luz, Estrella;
acaso los Angeles que vuelan
describen paso a paso el vuelo
imprescindible, cuentan caídas,
cuentan cuantas contarían...
cuando nace,
alla en el fuego la tarde.
Nace en la noche
el fuego del vuelo más frío
y más necesitado,
el más libre y abnegado vuelo
de alas, de cantos, de nacencias
de vuelos, de vuelos naciendo de sus alas
de alas que vuelas cantando la noche...
Deseo volarte, Ana, con tus alas de noche
con tus cantos de Ada,
rosarte la magia en tu noche
mágica Ana, de alas doradas de noche.

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