...Deseando tocar la luz, despues de aquel lamentable encuentro entre la piel y el alma, desarrollo febril e intraquilo mis destinos varios, a la sin-razón tropiezo y firme reboto, con las gentes que osan definir mi paso a grandes sancadas, y cortos rictus me despiden.
Cardos que insalubres despiertan las penetrables llagas de los miedos, siempre me recuerdan las lluvias de enero, todas suves e inesperadas, cuando jugaba a tocar los rostros inhumanos de la sola autoridad de mi presencia... ¡ tonto ! ingrato este sueño que deja apartarme y resana la poderosa actividad de los perdidos; (no busca, encuentra) tal vez sea la casualidad de mi existencia cuando sueltan a volar ya mis palabras.
la boca seca. Glaciares miradas se desvian afables, distinta ceremonia, mismo encuentro, coito inseparable: por fin se han apagado tus manos y no gritan mas desde allá, lo inalcanzable, evocas y regresas, la verdad no es un acto simil, no es precaria conformacion de la justicia, ¿o, acaso ves el remolino donde me hallo? para burlar de mis imputables pasos a través de este camino.
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