La tarde anegada de estrellas a penas visibles,
tus ojos a destiempo, modernos, ojeados, extensos,
ojos deshojados por el tiempo.
Tarde al fin sin noche ni mañana, Tarde.
Aqui quedó tu aliento refractado
en mi sangre desgajada con los vientos.
Te quiero. Así de sencillo te quiero,
con esa indecisión de ser a medias
tarde, medio noche y medio de mañanas,
ojos de todos, me miran, tus ojos, mis ojos
que tarde nos vimos...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario